El libro de los Salmos está dividido en cinco libros y el salmo 107 da inicio justamente al quinto libro. Algunos dicen que los judíos hicieron estas divisiones en el libro de los Salmos porque el pentateuco cuenta con cinco libros. La primera división va del salmo número 1 al 41; el segundo libro, va del salmo 42 al salmo 72; el tercer libro, del salmo 73 al 89; el cuarto libro, del salmo 90 al 106; y el quinto libro, del salmo 107 al 150.
Nuestros himnos le deben mucho a los salmos. Los hermanos que han compuesto varios himnos, aprendieron mucho de los salmos. Y es por eso mismo que a los salmos se les llama en el antiguo testamento: salmos, himnos o cánticos. Y probablemente por ello el apóstol Pablo, tanto en la carta a los Colosenses, como en la carta a los Efesios, dice que debemos cantar salmos, himnos y cánticos espirituales.
El salmo 107 está compuesto por lo que podemos llamar cuatro estrofas y el coro. La primera estrofa va de los versículos 4 al 7; la segunda estrofa de los versículos 10 al 14; la tercera estrofa del 18 al 20; y la cuarta estrofa del 23 al 30. Y el coro lo encontramos en los versículos 8 y 9; 15 y 16; 21 y 22; y 31 al 32. En cada una de estas estrofas se habla de los motivos por los cuales se elevaba una acción de gracias. Lo cual es una parte del tema de este salmo: acciones de gracias.
Las pruebas por las que estaban pasando los que reciben o el que escribió este salmo, se encuentran en las cuatro estrofas. Empezando en los versículos 4 y 5: «Anduvieron perdidos por el desierto, por la soledad sin camino, Sin hallar ciudad en donde vivir. Hambrientos y sedientos.»
Segunda estrofa, versículos 10 al 12: «Algunos moraban en tinieblas y sombra de muerte, Aprisionados en aflicción y en hierros, Por cuanto fueron rebeldes a las palabras de Jehová, Y aborrecieron el consejo del Altísimo. Por eso quebrantó con el trabajo sus corazones; Cayeron, y no hubo quien los ayudase.»
La tercera estrofa, versículo 16 al 18: «Porque quebrantó las puertas de bronce, Y desmenuzó los cerrojos de hierro. Fueron afligidos los insensatos, a causa del camino de su rebelión. Y a causa de sus maldades; Su alma abominó todo alimento, Y llegaron hasta las puertas de la muerte.»
Y la última estrofa, versículos 25 al 27: «Porque habló, e hizo levantar un viento tempestuoso, Que encrespa sus ondas. Suben a los cielos, descienden a los abismos; Sus almas se derriten con el mal. Tiemblan y titubean como ebrios, Y toda su ciencia es inútil.»
Y, ¿Qué hacían después de cada una de estas pruebas o males en los que se encontraban?
El versículo número seis dice: «Entonces clamaron a Jehová en su angustia, Y los libró de sus aflicciones.» Y el versículo número 13: «Luego que clamaron a Jehová en su angustia, Los libró de sus aflicciones;» Y de nuevo en el versículo número 19: «Pero clamaron a Jehová en su angustia, Y los libró de sus aflicciones. Por último, en el versículo 28 volvemos a encontrar: «Entonces claman a Jehová en su angustia, Y los libra de sus aflicciones.»
Después de haber clamado, vemos la respuesta divina en los versículos número 7: «Los dirigió por camino derecho, Para que viniesen a ciudad habitable.» 14: «Los sacó de las tinieblas y de la sombra de muerte, Y rompió sus prisiones.» 20: «Envió su palabra, y los sanó, Y los libró de su ruina.» Igualmente en el versículo 29: «Cambia la tempestad en sosiego,Y se apaciguan sus ondas.»
Finalmente, viene entonces el coro, o el estribillo, que se repite en los versículos 8, 15, 21 y 31: «Alaben la misericordia de Jehová, Y sus maravillas para con los hijos de los hombres.» Lo encontramos una y otra vez; alaben, alaben la misericordia de Jehová.
El tema general de este salmo es el favor particular de Dios para con Israel pero se aplica a la iglesia, el favor particular que la iglesia conoce, sabe y experimenta siempre de parte de Dios para ella. Pero, el tema principal es la misericordia de Dios y la respuesta a esa misericordia: Alaben el nombre de Jehová.
Charles Spurgeon escribió, haciendo referencia a este salmo: “Algunos nunca oran hasta que están medio muertos de hambre.” Y prosigue: “Si el hambre nos pone de rodillas es mejor que un banquete, si la sed nos lleva a la fuente es mejor que los tragos de los goces de este mundo, si el desmayo lleva al llanto y al clamor, es mejor que la fuerza de los poderosos. Mejor el hambre, mejor la sed, mejor el llanto que nos lleve al Señor y no una bonanza que nos aleje de él.”
Su servidor está seguro que todos nosotros a lo largo del año 2021 pasamos por pruebas y esas pruebas las utilizo el espíritu santo para que acudiéramos a él y clamaramos. Algunas veces no respondió, en su misericordia, conforme a nuestras peticiones pero en otras ocasiones Dios respondió conforme a su misericordia y su propósito. Pues sí responde conforme a nuestras peticiones, es misericordia, y si no nos responde conforme a nuestras peticiones igualmente: es misericordia.
Misericordia porque está haciendo su voluntad, y su voluntad siempre es buena. Siempre es perfecta en nuestra vida. Y aunque no lo entendamos siempre. Pero con la fuerza en este año que termina y que empieza, con la fuerza que tengamos, con la esperanza que sostenemos y sobre todo, con la consolación, poder y guía del Espíritu, siempre debemos hacer lo que dice el coro de este salmo: «Alaben la misericordia de Jehová, Y sus maravillas para con los hijos de los hombres.» ¡Y cuanto más para con todos los hijos de Dios, que por la fe en Cristo Jesús fueron declarados hijos de Dios! ¡Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, de que seamos llamados hijos de Dios! Por eso el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él.
Segregados del mundo, y la palabra segregar viene de apartar una grey, y una grey es un rebaño, un rebaño pequeño, una manada pequeña, segregada; esa grey rechazada por el mundo pero congregada por su Pastor. Su grey, la grey de nuestro Señor Jesucristo.
La nueva versión internacional traduce Salmos 107:8: «¡Que den gracias al SEÑOR por su gran amor, por sus maravillas en favor de los hombres!» Esa es la indicación de los versículos 1 al 3: «Alabad a Jehová, porque él es bueno; Porque para siempre es su misericordia. Díganlo los redimidos de Jehová, Los que ha redimido del poder del enemigo, Y los ha congregado de las tierras, Del oriente y del occidente, Del norte y del sur. » ¡Díganlo los redimidos de Jehová! Porque él es bueno, es bueno por naturaleza propia, no hay maldad en él; aun en el juicio que emite, él es completamente justo, y si aflige, como dice en Lamentaciones 3:32: «Antes si aflige, también se compadece según la multitud de sus misericordias.» Y es importante notar que está escrito por Jeremías en el período de la cautividad. Los aflige, y vaya que los afligió, 70 años, pero también se compadece según la multitud de sus misericordias porque es bueno y para siempre es su misericordia. Su misericordia no la da esporádicamente sino permanentemente. No la da raquíticamente, sino que la da abundantemente. Y dice el en salmos 107:2: «¡Díganlo los redimidos de Jehová!» Principalmente, la gran bendición es para los redimidos, porque nos ha rescatado. El redentor nos ha redimido, ha pagado el precio en el mercado de los esclavos para tomarnos de allí y dejarnos en libertad; Y le dijimos: ¡No Señor, perfora nuestro lóbulo porque queremos servirte para siempre pues tú nos amas y hemos aprendido amarte!
Nos redimió para sí, y con esta afirmación hace que todos los redimidos, de todos los tiempos y lugares, tengamos el gozo y la responsabilidad de alabarlo, pero, principalmente, la gran bendición espiritual, de la cual todos los favores temporales son solo tipos y sombras. Todos los bienes temporales que aquí recibimos son tipos y sombra de las bendiciones eternas que él ha preparado en su gloria. ¿Qué gratitud puede bastar por la liberación del poder del pecado o la muerte y del infierno? ¿Cuánta gratitud? No hay suficiente gratitud al ser libertado, reitero: del pecado, la muerte y del infierno.
En el mismo cielo no hay himno más dulce como el que dice Apocalipsis 5:9 : «Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación.» Y en el salmo 107:2 dice: «Y los ha congregado de las tierras, Del oriente y del occidente, Del norte y del sur.» ¡Qué semejanza entre este versículo, de este salmo, con lo que dice en Apocalipsis! La unidad del mensaje bíblico, pues es la Palabra de Dios. Así que, por su redención, alabemoslo hasta el fin de este año y todo el año siguiente. Dice el estribillo: «Alaben la misericordia de Jehová, Y sus maravillas para con los hijos de los hombres.»
Oremos.